Hoy queremos poner de nuevo el acento en la importancia y la verdadera necesidad que existe en educar en valores, y por eso queremos compartir con vosotros una preciosa experiencia desarrollada por Alberto Molina Cervilla, maestro de inglés y primaria en el CEIP San Isidro Labrador de El Chaparral (Granada), quien ha aprovechado el libro y la película "Wonder, La lección de August" de R.J. Palacio, para trabajar valores como la tolerancia, la amistad, el acoso escolar… 
Y a nosotras nos interesa poner el acento en otro valor fundamental: el respeto a la diversidad. pues el metraje muestra la evidencia de que todos somos diferentes, siendo por tanto la inclusión algo fundamental para una buena convivencia.
Pinchando en el siguiente enlace, podréis conocer esta maravillosa apuesta docente.
https://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/wonder-la-leccion-de-august-en-clase/70181.html
Creemos que proyectos como éste deben ser visibilizados y servirnos de ejemplo a muchos docentes.
Y a nosotras nos interesa poner el acento en otro valor fundamental: el respeto a la diversidad. pues el metraje muestra la evidencia de que todos somos diferentes, siendo por tanto la inclusión algo fundamental para una buena convivencia.
Pinchando en el siguiente enlace, podréis conocer esta maravillosa apuesta docente.
https://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/wonder-la-leccion-de-august-en-clase/70181.html
Creemos que proyectos como éste deben ser visibilizados y servirnos de ejemplo a muchos docentes.







Se trata de destacar la importancia de la igualdad entre géneros evitando los estereotipos a los que de forma completamente natural se les acostumbra a los niños y niñas en los distintos ambientes en que se desarrollan. Sin darnos cuenta, muchas veces, sólo con el lenguaje habitual que utilizamos ya estamos haciendo discriminación sexista, pues destacamos rasgos en los niños distintos de los de las niñas: "no seas nenaza"; "defiéndete como un machote", etc. Asignamos a cada género cualidades propias, cuando toda persona, sea hombre o mujer, puede desarrollar y sentir lo que realmente desee en cada momento, sin tener que estar condicionada por su género, pues los condicionantes siempre son externos, y por tanto injustos.
























