Hoy es un día muy especial para nosotras, pues se celebra el Día del Maestro, y tenemos la suerte de contar con este privilegiado espacio en el que podemos manifestar públicamente el orgullo que sentimos de ser maestras.


Y para celebrarlo queremos ofreceros un regalo muy especial, cuyo enlace al mismo encontraréis más adelante.
Se trata de la maravillosa película: "Estrellas en la tierra". 

Esta película deberíamos verla todos los profesionales que nos dedicamos a la enseñanza, pues no terminamos de tener plena conciencia de la importancia y trascendencia que tiene nuestro trabajo en la vida presente y futura de los alumnos que pasan por nuestras manos. Invita a una profunda reflexión de los modelos de enseñanza y de las actitudes personales de los maestros y maestras que ejercemos esta noble y maravillosa profesión que es EDUCAR. Tenemos una enorme responsabilidad y debemos recordarlo cada día que estemos en activo. Y nuestro sistema educativo debería hacer un esfuerzo mayor por atender todas las necesidades que tienen nuestros alumnos, ya sean o no necesidades educativas especiales, pues hay otros muchos aspectos que no son medibles curricularmente, pero sí trascienden en la vida de cada niño y niña, como pueden ser todos los aspectos relacionados con su mundo emocional y psicológico. Además, nosotras defendemos que la diversidad es un hecho, pues todos somos diferentes, pero deberíamos ser, iguales en derechos. Y si la administración educativa falla, los profesionales de la educación tendremos que buscar los mecanismos necesarios para recordarles que cumplan su función: velar por los derechos de todos y cada uno de los alumnos, dotando a los centros de los recursos necesarios para que todos tengan una educación de calidad.
Se trata de destacar la importancia de la igualdad entre géneros evitando los estereotipos a los que de forma completamente natural se les acostumbra a los niños y niñas en los distintos ambientes en que se desarrollan. Sin darnos cuenta, muchas veces, sólo con el lenguaje habitual que utilizamos ya estamos haciendo discriminación sexista, pues destacamos rasgos en los niños distintos de los de las niñas: "no seas nenaza"; "defiéndete como un machote", etc. Asignamos a cada género cualidades propias, cuando toda persona, sea hombre o mujer, puede desarrollar y sentir lo que realmente desee en cada momento, sin tener que estar condicionada por su género, pues los condicionantes siempre son externos, y por tanto injustos.























