En un día tan importante como hoy, en el que se reivindica la no violencia de género, hemos querido dejar nuestro granito de arena compartiendo un maravilloso cuento con el que se pueden trabajar valores fundamentales desde edades muy tempranas.
Se trata de destacar la importancia de la igualdad entre géneros evitando los estereotipos a los que de forma completamente natural se les acostumbra a los niños y niñas en los distintos ambientes en que se desarrollan. Sin darnos cuenta, muchas veces, sólo con el lenguaje habitual que utilizamos ya estamos haciendo discriminación sexista, pues destacamos rasgos en los niños distintos de los de las niñas: "no seas nenaza"; "defiéndete como un machote", etc. Asignamos a cada género cualidades propias, cuando toda persona, sea hombre o mujer, puede desarrollar y sentir lo que realmente desee en cada momento, sin tener que estar condicionada por su género, pues los condicionantes siempre son externos, y por tanto injustos.