Hoy, 3 de diciembre, siempre es una fecha importante para celebrar. Celebrar y admirar las miles de historias increíbles de superación que nos llegan de muchos pequeños VALIENTES que saben mantener una sonrisa y no perder la ilusión. Y desde aquí, queremos hacer una referencia especial a los más pequeños que están pasando por una enfermedad, o que tienen algún tipo de discapacidad. Este blog hoy, de forma especial, está dedicado a ellos, a su coraje, a su fuerza y sobre todo a su CAPACIDAD de hacer posible ,muchas veces, lo que a nosotros nos parece imposible.
Nos gustaría compartir con vosotros un caso que hemos seguido y admirado mucho y que desde aquí deseamos homenajear recordando su historia. Historia que ha sido, por desgracia, corta en el tiempo, puesto que falleció hace unas semanas, pero muy intensa. Hablamos de Rubén Darío, un genio precoz que llegó a ser escritor con tan sólo ocho años, y es que ya lo llevaba escrito en su nombre... 
Se refugió en los libros para llevar mucho mejor una enfermedad rara que sufría desde hacía años, siendo para él el mejor antídoto para llevarlo con positividad. Según Rubén "Escribir es una medicina para el alma más efectiva que la quimioterapia". Oírle hablar con esa fuerza en la radio, donde colaboró con Isabel Gemio en el programa de"Te doy mi palabra", en Onda Cero, siempre fue digno de admiración. 
A continuación os dejamos un enlace muy interesante para conocer más sobre él. Y continuamos contando más historias de casos de pequeños SUPERHÉROES.



Se trata de destacar la importancia de la igualdad entre géneros evitando los estereotipos a los que de forma completamente natural se les acostumbra a los niños y niñas en los distintos ambientes en que se desarrollan. Sin darnos cuenta, muchas veces, sólo con el lenguaje habitual que utilizamos ya estamos haciendo discriminación sexista, pues destacamos rasgos en los niños distintos de los de las niñas: "no seas nenaza"; "defiéndete como un machote", etc. Asignamos a cada género cualidades propias, cuando toda persona, sea hombre o mujer, puede desarrollar y sentir lo que realmente desee en cada momento, sin tener que estar condicionada por su género, pues los condicionantes siempre son externos, y por tanto injustos.





