La mayoría de los profesores se quejan de que los niños hiperactivos no terminan las tareas que se les encomiendan. Su rendimiento en clase es muy desigual, rinden bien un día y al otro parece que han nacido cansados. Por lo general, el niño hiperactivo no termina las tareas porque el esfuerzo que debe realizar para concentrarse en el trabajo no se ve recompensado por el profesor con la suficiente frecuencia. Por ejemplo, en una clase de segundo de primaria, el profesor encarga a los niños una tarea de cuatro preguntas. Normalmente, esperará que los niños trabajen media hora tranquilos mientras él se dedica a corregir. A medida que los niños vayan terminando les felicitará por el trabajo cumplido.
El niño hiperactivo, seguramente, no aguantará con facilidad los 30 minutos concentrado, comenzará la tarea y al llegar a la mitad se distraerá. al final, no sólo no recibirá el refuerzo como los demás (él no ha terminado) sino que, por el contrario, el profesor le habrá llamado su atención por estar fuera de su sitio o por estar distraído. los niños hiperactivos, necesitan refuerzos más frecuentes en consonancia con su capacidad de concentración.