La serie de la hormiga Azul, entre otras cosas, nos hace ser conscientes de nuestra propia subjetividad, fomentando el acercamiento a otras maneras de entender y de vivir una misma realidad.
La historia de un mismo personaje (Azul) está recreada por ilustradores diferentes. Cada uno ilustra un fragmento de la historia. Cada fragmento es un libro. Y cada libro, un cuento con principio y final. |
¿Por qué decir que se oyó un golpe si puedes decir "y se oyó BOOM"? Del mismo modo, la gente no se cae, qué va, hace PLOF. Y hacer algo rapidito y sin pararse es ir y PIN PAN PIN PAN. Esas son, por decirlo de algún modo, onomatopeyas más "universales" (o quizá no); luego cada persona tiene las suyas propias, como mucho compartidas con uno o varios amigos, que acaban siendo sustituto de cualquier palabra, hasta el punto que dejan de ser útiles porque se termina por tener que matizar cuál de todas las acepciones de la onomatopeya estás utilizando.
