Hoy, 23 de septiembre, celebramos el Día Internacional de las Lenguas de Signos.
La lengua de signos dentro la comunidad sorda es una lengua natural con una gramática, morfosintaxis y semántica propia con características diferentes a las lenguas orales, por ello no debemos olvidar que traducir literal la estructura oral sería emplear un recurso bimodal. No es una lengua universal, por lo que va unida a una cultura propia, región, localidad o grupo de personas con una determinada cultura.
Tanto su producción como su percepción se realizan a través del canal viso-gestual en lugar del audio-vocal. Esta lengua ha estado en uso en comunidades sordas de todo el mundo desde la antigüedad, pero fue sólo a partir del S.XVIII cuando comenzaron a utilizarse por educadores de sordos.
Aprender Lengua de Signos por parte de personas oyentes ayuda a las personas con pérdida auditiva a que se sientan más integradas, pues, a día de hoy, este colectivo se sigue sintiendo excluido de alguna manera debido a las barreras de comunicación con las que se encuentran a diario, las cuales no somos conscientes ya que vivimos en una sociedad diseñada para oyentes.
Es por eso, que cada día tenemos más claro lo fácil y enriquecedor que resulta hacer inclusión con nuestros alumnos, de una manera natural, incorporando en nuestras aulas lenguaje signado para que asocien sonidos con signos unimanulaes y/o bimanuales acompañados de su expresión facial-corporal correspondiente, independientemente de tener o no dentro de las mismas algún alumno sordo.
Los niños son verdaderas esponjas a la hora de incorporar nuevas experiencias, y están deseosos de aprender cada día un poco más, y usar el LSE es verdaderamente interesante para acompañar las actividades diarias, tales como: los días de la semana, los meses, los colores, normas de cortesía -¡Hola!, ¡Adiós!, ¡Perdón!, ¡Gracias!, ¡Por favor!...-, las distintas emociones, etc., así como muchas de las canciones que van aprendiendo.
Es un auténtico placer observar lo rápido que aprenden y cómo quieren ir incorporando más y más signos en su comunicación diaria.
Todo esto se consigue si tenemos la suficiente sensibilidad e interés por conocer un poquito la Lengua de Signos, y explicándoles a nuestros alumnos que signar es una manera diferente de comunicarse y que la comunidad sorda lo hace con su lengua propia.
Por eso, en las aulas, podemos ir incorporando algunos signos que vayan acompañando a las imágenes y pictogramas que usamos en nuestros paneles de comunicación, pues lejos de perjudicar a ningún alumno, le amplía información, ya que son nuevas claves visuales.
A nuestros alumnos este curso les está gustando mucho aprender a signar sus nombres y los de su compañeros, así van asociando cada sonido alfabético con su signo dactilológico, y les estimula y facilita la incorporación de los distintos sonidos asociados a su grafía y signo manual.
Os animamos a todos a que os acerquéis a la lengua de signos y seguro que os sorprenderéis gratamente.
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