Nadie puede negar que nuestra era es digital y que es imposible abstraerse de dicha realidad. Es por eso que nos parece muy importante hacer una reflexión sobre la importancia que tiene vivir rodeados de dispositivos a los cuales están expuestos inevitablemente nuestros niños y adolescentes, y el impacto que éstos tienen en sus vidas.
Hace no mucho tiempo, en el ámbito educativo apenas hacíamos uso de la tecnología, más allá de la sala de ordenadores. En poco tiempo entraron ordenadores y pizarras digitales en las aulas, así como distintos dispositivos. Fuimos tomando conciencia de que nuestros alumnos nos llevaban la delantera en el uso natural de la tecnología, y empezamos a sentir la necesidad de formarnos en TIC e ir adaptando nuestra metodología a los nuevos tiempos.

Más, una vez subidos a este tren imparable, cuyo destino es desconocido, empezamos a preocuparnos sobre qué uso están haciendo nuestros alumnos de las nuevas tecnologías, pues consideramos que los avances cada día son mayores y nuestro "control" cada vez es menor. Continúan caminando un paso por delante nuestro sin el apoyo y acompañamiento necesario para que el uso de esa potente tecnología sea lo útil que puede llegar a ser, mientras que un mal uso sí puede tener efectos perjudiciales en la educación y desarrollo integral de nuestros alumnos.