domingo, 21 de febrero de 2016

LA MENTIRA EN LOS NIÑOS

CUANDO EL NIÑO MIENTE

"Si quieres que los demás confíen en ti, tienes que merecerte su confianza"

La mayoría de las investigaciones realizadas sobre la mentira infantil recalcan que uno de los factores de prevención principales de la falsedad a cortas edades es la actitud que muestren los padres con respecto a esta. Ángeles Gervilla, catedrática de Didáctica en la Universidad de Málaga y autora del estudio 'La mentira infantil', afirma que la contribución más importante que pueden hacer los progenitores para educar a un niño sincero es "desarrollar una relación fundada de manera sólida en la confianza". Para ello, apunta, es necesario "demostrarle con regularidad que confiamos en el pequeño".
Por su parte, Paul Ekman, autor de 'Por qué mienten los niños' (Paidos Ibérica, 1999), señala que el pilar fundamental para evitar la mentira en los niños es la sinceridad. El menor necesita un ambiente en el que se sienta libre, tranquilo y relajado. El entorno familiar y escolar debe premiar una verdadera comunicación. Y esto implica además, concluye Ekman, "la ausencia total de represión y miedo".


¿Cuántas veces nos ha tocado, como padres o profesionales, estar frente a la mentira de un niño? A veces de la manera más inocente, y otras veces con verdadera premeditación, lo cierto es que la mentira en el niño es casi una forma normal de comunicarse en el ambiente en que cotidianamente nos desenvolvemos. 
A continuación dejamos algunas pautas que pueden servir de base para una reflexión del problema y para abordar con mayor serenidad el tema de la mentira en los niños.


TIPOS DE MENTIRA EN EL NIÑO:


Cuando le decimos a un niño "Estás mintiendo", debemos tener mucho cuidado. Mentir es decir falsedades, es engañar a través de la palabra. Un niño que miente no siempre lo hace con intención.
Normalmente, los niños menores de 7 años tienen la tendencia a confundir la realidad con la fantasía. De ahí que sus juegos parecen tan vívidamente reales. En esta edad, cuando un niño se acerca a nosotros y nos dice "Por favor límpiame la cara que me quedó llena de barro luego del combate en el que estuve...", nos está invitando a participar de su fantasía y no está intencionalmente queriendo engañarnos. Este tipo de "mentira" es inocente, sin premeditación y sobre todo sin querer conseguir ningún beneficio con ello.

A partir de los 7 años, aproximadamente, el niño empieza a tener mayor conciencia de su realidad y se da cuenta que a veces falseando la verdad puede conseguir ciertos beneficios personales. Por ejemplo, el niño que asegura haber comprado un dulce con una moneda que se encontró en la calle, cuando en realidad la sustrajo del monedero de su mamá...
Padres, maestros y orientadores nos preocupamos ante este segundo tipo de mentira en el niño, pues es el que implica mayores problemas posteriores.

¿POR QUÉ MIENTE EL NIÑO?

Queda claro, entonces, que en niños pequeños la mentira se da como parte de su juego, pues su fantasía se confunde y entremezcla con la realidad.

Cuando el niño un poco más mayor miente, puede ser por diversas razones:

  • FrustraciónUn ejemplo de esto es el niño que cuenta que tiene muchos juguetes cuando en realidad tiene muy pocos.
  • Llamar la atención, inventar una dolencia, falsear sobre un posible problema. El niño emplea estos embustes para captar la atención del adulto, en ocasiones, porque se siente desatendido. 
  • Exceso de exigencia. Poner el listón muy alto a los niños puede provoocar que mientan para hacer creer a sus padres que están al nivel que se les exigen, cubriendo sus expetativas; por temor a defraudarles. 
  • Imitación.  Un menor que ve cómo la mentria es utilizada por los adultos de forma natural para obtener algún beneficio, tiende a imitar estos engaños. 
  • Miedo al castigo. El temor a la reprobación o reprimenda por parte de un adulto es uno de los principales motivos de la mentira infantil. Los niños falsean la realidad para evitar los posibles castigos. Si el niño sabe que, por ejemplo, al llevar una nota mala del colegio, su mamá se va a enfadar, seguramente dirá que no le han entregado sus calificaciones aún... 
Sea cual fuere la causa concreta de la mentira, siempre es señal de que el niño está en apuros. El que miente es porque lo necesita. Con la mentira, el niño nos está diciendo "ayuda".


¿CUÁNDO PREOCUPARSE?

No siempre la mentira es tan grave como para preocuparse. Cuando la mentira es fruto de la fantasía, normalmente con la madurez del niño, ésta desaparece. 
Cuando se trata de mentira propiamente dicha, tendríamos que preocuparnos si es recurrente o si se presenta como:

a. Mentira patológica: La famosa "mitomanía" que surge del niño que intenta persuadir y convencer a los demás de la realidad de sus relatos. Esta es la mentira que se vuelve habitual, una forma normal de reaccionar en el niño.

b. Mentira neurótica: Surge como producto de un nivel elevado de ansiedad en el niño o del temor en general. Por ejemplo el caso del niño que habitualmente miente acusando a sus profesores de mal trato para ocultar su rechazo escolar.

¿QUÉ HACER ANTE LA MENTIRA?

Lo primero que tenemos que hacer como padres o maestros es determinar qué tipo de mentira es con la que estamos lidiando y, sobre todo, qué la está motivando. Si no sabemos cuál es la causa de ese "auxilio" desesperado en el niño, corremos el riesgo de equivocarnos en la intervención.
La actitud que tengamos va a ser determinante. Será necesario:
  1. Reaccionar con calma aunque con severidad.
  2. Felicitar o premiar al niño que confiesa la verdad. Si lo castigamos a pesar de que ha confesado, estamos reforzando su hábito de mentir (la próxima vez lo hará con más cuidado para que no lo descubran...). Sólo en última instancia habrá que acudir al castigo. 
  3. Favorecer un ambiente de confianza, en la que el niño se anime a contar sus travesuras y sus errores. Que no sienta que cada vez que habla, hay consecuencias drásticas.
  4. Estar alertas. Por mucho que amemos a nuestros hijos, tenemos que aceptar que a veces fallan, que no son perfectos e ideales como los hemos imaginado.
Lo ideal es que estas condiciones se den a modo de prevenir la mentira en el niño ("es mejor prevenir que lamentar"). Si estas condiciones se dan en su hogar, seguramente el hábito de la mentira no se dará; o si es que ya existe, irá desapareciendo en el niño. Si no llegara a desaparecer, lo más recomendable es buscar orientación profesional.


 Siete claves para ayudar al niño a no mentir

Imagen: qwrrty
  • El niño necesita conocer que mentir es negativo. Cuando el pequeño miente, no hay que señalarle solo la conducta inadecuada que supone el embuste. También hay que incidir en el efecto que su embuste tiene sobre los demás y las consecuencias que ha podido provocar.
  • Los castigos deben ser bien medidos y adecuados a cada falta. Si siempre son demasiado severos, la tentación de no decir la verdad para evitarlos será mayor.
  • Reforzar la autoconfianza del niño para evitar que mienta con el fin de buscar la aprobación de sus compañeros o de otros adultos.
  • No mentirle ni pronunciar falsas promesas que se sabe que no se pueden cumplir. No hay que dar un ejemplo erróneo sobre la mentira.
  • Darle la oportunidad de ser sincero, aunque esto implique un castigo. Los padres deben reforzar la valentía que muestra al decir la verdad.
  • No reírse ni admirar nunca las mentiras del niño, aunque parezcan graciosas. Los pequeños no deben apreciar ningún tipo de aprobación o reconocimiento ante un embuste.
  • Los padres suelen mentir ante preguntas difíciles de su hijo, que no saben responder. La pauta es evitar la falsedad y responder mejor con "no lo sé" o "déjame que lo piense".

¡Ánimo padres! Un gran reto nos espera en la formación de la honestidad en nuestros pequeños.

FUENTE: http://www.inteligencia-emocional.org/familia/cuando_el_nino_miente.htm
Lic. Pilar Ramírez V. - Psicólogo
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